Esta es la historia de una tarde de sábado. Camino de la aldea, vimos unas setas desde la carretera, ¡a por ellas! la mayoría estaban pasadas...normal en estas fechas, pero algún rezagado boletus asomaba la nariz...así que con mucho cuidado los recogí encantada. Hacia una tarde estupenda, me paro a hacer unas fotos.
Al mirar al suelo, veo a mis pies un grupo de ortigas muy, muy tiernas.
Aquí nos es tan simple la cosa como con las setas, las ortigas tienen la mala costumbre de armarla cada vez que las tocas, la solución es sencilla, un guante de tela o de goma, pero , no tenía ninguna de las dos cosas, tampoco estaba dispuesta a dejar allí tan preciado tesoro, así que un par de guantes de la gasolinera y a picarme un poquito, pero como la naturaleza es sabia, al lado de las ortigas, hay siempre un antídoto para su urticaria; la planta de la menta o la nébeda, se frotan las hojas hasta deshacerlas y alivia mucho.
Comer setas ya no sorprende a nadie, pero lo de las ortigas, es otro cantar. Mi relación con las ortigas, se centraba fundamentalmente en la finca, donde es un excelente insecticida para los árboles cuando son atacados por el pulgón, así como un magnifico fertilizante para el huerto y el jardín, pero esa es materia de otro lugar.
Como la lectura es mi pasión, soy una habitual usuaria de la biblioteca, y me paso siempre por los libros de cocina, allí llamó mi atención, un libro con recetas de ortigas "45 recetas con ORTIGAS" de Martín Alvarez.
A mí, que me encanta hacer experimentos en la cocina, me faltó tiempo para probar. Confieso que ha sido una de mis sorpresas gastronómicas del año. Parece mentira que una cosas tan brava como las ortigas, pueda convertirse con un simple escaldado en un alimento tan versátil que case con tantas cosas.
Como voy a tener oportunidad de volver ha hablar del tema, presentaré la receta. No es del citado libro, es de mi cosecha, pero sin él, no se me hubiera ocurrido
Ingredientes:
Ortigas 80 g.
Setas 50 g.
Cebolla 50 g.
Puerro 50 g.
Zanahorias 50 g.
Tomate 50 g.
Calabacin 50g.
Panceta 40 g.
1 decilitro de vino blanco
4 cucharadas de aceite de oliva
sal y pimienta
250 gr. de espaguetis
Preparación:
Las ortigas recogidas. Sólo se recogen las hojas tiernas
Una vez seleccionadas se lavan, se introducen en agua hirviendo 2 0 3 minutos, se escurren y se refrescan, para detener la cocción y conservar su color.
Se reservan para su posterior utilización
Las verduras se cortan en juliana.
En una cazuela calentamos el aceite y pochamos ligeramente la cebolla, el puerro y la zanahoria; añadimos la panceta cortadita, el calabacin y las setas, sofreímos un poquito y regamos con el vino, subimos ligeramente el calor y evaporamos un poco. Añadimos el tomate sin piel y muy picadito, salpimentamos y dejamos que se haga lentamente, .Las verduras deben quedar al dente.
Mientras tanto cocemos unos espaguetis en agua con sal y una gota de aceite de oliva.
Cuando las verduras estén listas añadimos las ortigas y removemos.
Escurrimos los espaguetis, mezclamos con las verduras y servimos.
Cuando aquella tarde del 10 de diciembre volvimos a Pontevedra, tuvimos la oportunidad de contemplar este bello espectáculo. Fue una tarde fantástica, que también quiero compartir con todos vosotros,
2 comentarios:
Por cierto, las fotos preciosas.
un bico
Gracias por visitarme. Habrá más recetas de ortigas.
Biquiños