Este banquito lo uso habitualmente cuando enciendo la cocina de hierro en la casa de la aldea. Lo había comprado en Portugal y era muy sosito, así que decidí darle un nuevo aspecto. Tinte color cerezo, pintura acrílica y un par de manos de barniz; lo mejoraron notablemente.
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Mil gracias por vuestros comentarios, me encanta leeros... no siempre puedo contestaros con la rapidez que me gustaría, pero sabéis que antes o después voy a visitaros. Bicos