Roscas do entroido

Buenas tardes! Estamos ya metidos de pleno en el carnaval, aunque por aquí por mi tierra llevamos ya unas semanas calentando motores y sobre todo fogones.  Son muchos y muy variados los platos típicos de esta época en Galicia, el rey sin duda es el cocido...receta que todavía no está en el blog...es tan larga, que me da pereza... Otro rey indiscutible de estas fechas es el Lacón con grelos, ( aquí os dejo una versión libre de este emblemático plato Lacón con grelos prensado),  y en postres se llevan la  palma las  orejas,  filloas,  vincha,  rosquiñas,  roscas, torta de chicharrones, hojas de limonero y un montón de cosas más. El gallego es un pueblo imaginativo y lo mismo que no hay dos carnavales iguales, con las recetas pasa lo mismo, en cada pueblo hay una especialidad... y por la red hay buena muestra de ello.

Estas rosquillas también son típicas de esta época, es una vieja receta de aquellas medidas por cucharadas y harina la que admita...que no es tan descabellada propuesta, porque las harinas no funcionan todas igual, los huevos los hay más grandes y más pequeños, la copita o el chupito en este caso, también varía de tamaño...en fin, que os voy a contar que vosotros no sepáis.    

 Ingredientes:
3 huevos
3 cucharadas de azúcar (60-65 g)
3 cucharadas de aceite
1 chupito de aguardiente  ( yo de frutas (la receta en breve))
Harina la que admita (admitió 335 g)
2 cucharaditas de levadura
Una pizca de sal (optativo)
Aceite para freír
Para la cobertura:
Zumo de limón
Azúcar
Preparación:

Batimos las claras a punto de nieve, añadimos las yemas una a una, mientras seguimos batiendo, echamos el aceite , el azúcar, la  aguardiente.

Mezclamos la harina con la levadura y la vamos añadiendo poco a poco hasta conseguir una masa que podamos moldear.

Mojamos las yemas de los dedos  en aceite y formamos unas bolas que aplastamos ligeramente, hacemos un agujero en el centro para formar una rosquilla, las colocamos sobre una bandeja ligeramente engrasada con aceite, con el fin de que no se peguen. 

Una vez hechas todas las rosquillas, se fríen en abundante aceite y se  ponen a escurrir sobre papel absorvente.

Cuando estén  frías, se pasan por zumo de limón y por azúcar.
¡Feliz carnaval a todos!